El INAH realiza labores de conservación, restauración e investigación en el sitio
Los trabajos de exploración en puntos que no habían sido intervenidos en la Zona Arqueológica de Ek Balam han develado piezas de arquitectura y ornamentación que hasta el momento no han sido apreciadas por turistas, pero que próximamente serán parte del recorrido.
A pesar de ser el segundo sitio arqueológico más visitado de Yucatán, desde hace 10 años no se realizaban nuevas investigaciones en este punto que destaca por el Palacio Real, una verdadera Acrópolis compuesta por diversos cuartos visibles a simple vista y otros tantos ocultos en el subsuelo.
Ahora, con el Proyecto de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) que abarca los sitios arqueológicos de interés en las entidades donde pasa la ruta del Tren Maya, desde el pasado 5 de diciembre un equipo interdisciplinario trabaja en excavaciones en el primer y tercer piso del Palacio Real.
En estos puntos se han encontrado piezas ornamentales y tipos de arquitectura que nunca antes habían sido descubiertos y que siguen dando pistas sobre la historia de los antiguos habitantes del lugar.
“La cultura maya no era nada más edificios de piedra sino estructuras perfectamente diseñadas y decoradas para representar seres mitológicos así como flora y fauna que para ellos era sumamente importante”, explicó Arturo Chab, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Arqueólogos que intervienen la Acrópolis celebran que poco a poco han surgido vestigios de los cuales al momento no tenían conocimiento.
“Se van a habilitar áreas que han estado cerradas, pero que todavía tienen mucho por contar”, declaró la arqueóloga Leticia Vargas.
Una de las piezas que sobresale es una piedra tallada con un hombre que pareciera estar sometido, con los brazos doblados hacia la espalda, en una posición de cuclillas y con una mano que jala su cabello largo.
La Acrópolis, que tiene una altura de alrededor de 32 metros y un perímetro de 160 por 75 metros, es un espacio donde vivía la nobleza al rededor del año 770 hasta el 800.
Los vestigios encontrados hace 10 años (cuando se realizaron las últimas investigaciones) develaron que era territorio del rey Ukit Kan Lek Tok, cuya estela es una de las primeras piezas que aprecian los turistas al ingresar a la zona arqueológica.
Ek Balam es un sitio que recibe alrededor más de 245 mil visitantes al año y aunque el ingreso es constante, no se considera de riesgo para las estructuras, por lo cual los turistas todavía pueden escalar las pirámides y subir la escalinata central del Palacio Real.
Arqueólogos trabajan para seguir develando los secretos que oculta Ek Balam en las zonas nunca antes excavadas.